martes, 14 de marzo de 2017

Crónica subliminal



DECLAMO CON FE

Aquí estoy, escribiendo  entre bastidores ante la imposibilidad de ver entre la multitud de siluetas inmutables, el escenario donde mora un hombre valiente y honrado, fiel a la palabra dada, leal(Guía frutado) por un  JUEGO impúdico, conducido por piezas de un ajedrez truncado. Torre de Reina. Caballo de Reina. Alfil de Reina. Torre y dama negra… incompleta tabla donde los peones, principales piezas para la transparencia del mismo, no habían sido sacados de su cajón por expreso mandato de los jugadores veteranos. 
Continúo escribiendo, y  escucho el discurso sosegado pero impulsor, frases aplicadas de razón que me hacen buscar un hueco para acercarme un poco más, y ver la figura amable del que ha sido capaz de emprender este difícil camino.
A pesar de la atención que observo, escucho  un incesante  murmullo, hasta podría asegurar que oigo  el tono cardíaco acelerado  de los presentes, miles de personas emocionadas, gozando por el  efecto en el ánimo que ofrece el orador, la clarividencia total sin desgaste de su discurso,  la certeza de ser el único camino  a  la luz que muestre el final del túnel.
Aunque separados, puedo percibir cómo  funciona la onda, los lazos de unión, el rojo de la rosa qué, aunque creían marchita comienza a florecer más vigorosa que nunca, la que en su floración nueva, será, quejío, tiento y resonancia popular  de las cosas infinitas, y la encomiable virtud y  sosiego para las almas que la vida hizo  añicos, y con su perfección y belleza,  se sentirán más arropadas ante el peligro de vendavales devastadores.
Termino esta corta crónica que entenderán muy pocos, que no tendrá apenas unos segundos de atención, en los que creen que hay miles de noticias más importante que tratar en los foros donde se rige el destino del hormiguero, pero yo he sentido la necesidad de anunciar un agradable amanecer con campanas al vuelo por  un éxito evidenciado hoy.

María Borrego R.