miércoles, 13 de mayo de 2015

Metafísica




 VELA APAGADA

Nadie me prendió. Nadie había frente a mí.
Me rescató la mañana del sueño  y la pereza.
Fue el sol matutino que me prestó su luz,
su efigie de pasión para avivarme.
Una vez prendida de su halo  celestial,
espantó las sombras que  acechan siempre
y sacuden las puertas del alma.

María Borrego R